El fin del Ramadán culminó con más de cien muertos, tras fuerte explosión

La tragedia parece seguir a Pakistan, una nación bastante golpeada por los ataques bélicos,; ni siquiera en sus momentos de sosiego espiritual, logran concebir la calma y la paz; la cual es rota de manera violenta, dejando a su paso una estela de dolor, lagrimas y cientos de vidas perdidas. En esta oportunidad más de cien personas fallecieron al explotar un camión cisterna cargado de combustible.

El fin del Ramadán culminó con más de cien muertos, tras fuerte explosión. Cuando cientos de paquistaníes se encontraban  este domingo pasado en las carreteras de Pakistán,  para reunirse con sus seres queridos con motivo de las celebraciones del Eid al Fitr, que cierran  el mes sagrado de ayuno musulmán del Ramadán; un camión cisterna que transportaba cuarenta mil litros de combustible explotó.

El fin sangriento del Ramadán

Testigos afirman que el camión cisterna volcó después de que le estallara una rueda, viéndose   a realizar  una maniobra brusca, al intentar cruzar una calzada, volcándose en la calzada.  El accidente ocurrió a primera hora del domingo, cerca de la ciudad de Ahmedpur East, a unos 500 kilómetros al sur de Lahore, en el centro de Pakistán.

Una vez que el camión cisterna estaba en el pavimento; quienes estaban tras de sí, corrieron a intentar recoger gasolina con diversos utensilios domésticos. Presentes en el lugar y que lograron sobrevivir a las llamas, indicaron que el conductor del camión cisterna, aviso a los conductores que no se acercaran hasta el mismo, que era muy peligroso intentar recoger el combustible.

El fin del Ramadán lo marcó el fuego

Debido a que la cisterna sufrió fisuras y el camión se recalentó, se produjo la explosión cuyas llamas acabó con lo que consiguió a su paso. Expertos señalan que al parecer 139 personas murieron y un centenar resultaron heridas  en la explosión del  camión.

La calzada quedó con más de cien vehículos calcinados, entre ellos, coches, minibuses y motos,  en la autopista que une la ciudad portuaria de Karachi, en el sur del país, hasta la provincia de Punyab, en el centro de Pakistán.

La autopista quedó llena de utensilios de cocina, cazuelas y bidones que las víctimas cargaban consigo para recoger la gasolina. Con quemaduras en el ochenta por ciento de su cuerpo, quedaron muchos heridos que están hospitalizados.