En Venezuela, un kilo de carne supera los 10 mil bolívares
En Venezuela, un kilo de carne supera los 10 mil bolívares
El incremento de la carne representa un nuevo golpe al bolsillo ya que el dinero se convierte en sal y agua frente a una inflación galopante que no tiene control.
En Venezuela, un kilo de carne supera los 10 mil bolívares. La especulación, la inflación y la falta de control en los precios, se comió el más reciente aumento salarial de todos los venezolanos; y es que en el solo hecho de adquirir un kilo de carne, es suficiente para que se vaya toda la quincena; ya que en Venezuela, el kilo de carne supera los diez mil bolívares.
Los variantes precios del kilo de carne en Venezuela
Antes del aumento salarial, el kilo de carne oscilaba entre los ocho mil y nueve mil bolívares; una vez anunciado el incremento del salario base y el ticket de alimentación; este rubro se incrementó y hoy por hoy, las carnicerías mantienen un precio estandar desde los diez mil bolívares en adelante.
El kilo de carne de primera se encuentra en diez mil bolívares, mientras que la de segunda es ofrecida por nueve mil 500. El kilogramo de lagarto y costilla es vendida por los carniceros en cinco mil 500, el hueso en cuatro mil 500, el cogote en cinco mil y la chinchurria por un costo de tres mil Bs.
Fedenaga se pronuncia
En este orden de ideas, el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), Carlos Odoardo Albornoz señala que, «parte del problema radica en que el productor quiere ajustar los precios, pero el Gobierno nacional no ha atendido las propuestas que se le han presentado para intentar detener el acelerado índice inflacionario que afecta al sector cárnico, porcino y avícola».
“El Gobierno fija precios sin tomar en cuenta las estructuras de costos de la producción”, manifestó el presidente de Fedenaga Carlos Odoardo Albornoz.
Por su parte algunos dueños de carnicerías esperan se fije en Gaceta Oficial los nuevos precios para estudiarlos y determinar si se ajustan a la realidad. De igual manera se conoció que hasta hace unos meses la mayoría de las carnicerías vendían todas las semanas hasta diez reses, pero ahora; sólo se expenden cinco, incluso menos. La razón deriva de que los proveedores ofrecen carne a precios muy costosos.