Gobierno dice que la tasa de mortalidad de las cárceles es baja
Autoridades venezolanas aseguran que no existe hacinamiento en las prisiones y que, incluso, hay capacidad para recibir a nuevos reclusos.
El gobierno venezolano, liderado por el Presidente Nicolas Maduro Moro, ha hecho hincapié en la situación carcelaria, tratando de humanizar esas instalaciones, brindándole atención en áreas de salud, educación, agilidad en los procesos judiciales, deporte, cambios estos que lidera la Ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela.
Situación esta que ha vislumbrado un cese de baja por parte de los reclusos dentro de estos recintos. En este sentido, La vice ministra de Asuntos Sociales del Sistema Penitenciario venezolano, Mariely Valdez, dijo este jueves a Efe que la tasa de mortalidad dentro de los penales del país, con una población de casi 60.000 reclusos, es de 4,2 %, un número que, aseguró, es bajo.
La funcionaria venezolana reaccionó de esta forma a los datos difundidos este jueves en el informe anual de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), que cifraron en 173 las muertes en las prisiones del país en 2016.
Valdez negó estos datos e incluso habló de una reducción del índice de mortalidad en los últimos años desde que se creó el Ministerio Penitenciario y comenzó a implementar desde 2011 el «nuevo régimen» en los casi 100 centros del país.
«En el 2005 teníamos una tasa de mortalidad del 19,6 %, y ahora , gracias a las políticas implementadas por el gobierno de Nicolás Maduro, tenemos un 4,2 %, esto no es solo la reducción y el control de la violencia sino también de los índices de mortalidad en general», dijo.
La viceministra se refirió también al hacinamiento, un problema que aseguró que «no existe» dentro de los penales y donde incluso, dijo, hay capacidad instalada disponible para nuevos reclusos.
Los datos suministrados por el Ministerio penitenciario sostienen que en Venezuela existe una población de 54.116 reclusos, y una capacidad de ocupación penitenciaria de 82.736.
Venezuela, el tercer país con la menor población reclusa de la región, tiene un promedio de 166 privados de libertad por cada 100.000 habitantes, según datos oficiales.
Sin embargo, el sistema penitenciario ha sido por años uno de los más violentos de América Latina, con centros controlados por los propios reclusos, con tráfico de armas, drogas, secuestro y extorsión.
La ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, ha asegurado que más del 90 % de los centros han sido pacificados desde 2011 y convertidos a un estricto régimen con una disciplina militarizada.