El ingenio venezolano llegó a Perú para quedarse
El ingenio venezolano llegó a Perú para quedarse. Quienes han emigrado a ese país, implementan como modo de vida la astucia propia del venezolano.
El ingenio venezolano hace de Perú una opción para sobrevivir.
Los venezolanos han emigrado hacia países vecinos como Perú, Colombia, Panama, Argentina, Brasil, México, entre otros. En esta oportunidad, Perú le ha abierto las puertas a unos seis mil venezolanos, cifra que se incrementó en los últimos meses, y la mayoría se acogió a un permiso de residencia especial de un periodo de un año de duración, otorgado por el gobierno, con derecho posterior a tener la residencia a más largo plazo.
Una vez alcanzado su estatus social, los venezolanos emprenden la difícil tarea de buscar empleo; apelando a la economía informal, tan prostituida en algunas ocasiones; pero en esta ocasión, el mercado informal de venezolanos en Perú esta bien aderezada y lleva un sazón casero; ya que la comida rápida mas vendida en las calles de Perú son las arepas rellenas y las tizanas, bebida refrescante hecha a base de frutas.
Una gran variedad de venezolanos, en su mayoría jóvenes entusiastas y llenos de esperanzas, algunos estudiantes, otros profesionales en distintas áreas como la ingeniería, la mecánica, otros comunicadores sociales, entre otras muchas profesiones, encontraron en la venta ambulante de comida rápida, un primer paso para establecerse en Perú, ganando quizás el triple de lo que recibían en su país y aspirando a disfrutar de una mejor calidad de vida.
En su mayoría son hombres venezolanos los que se dedican a la venta de comida rápida, se apuestan en la zona colonial e histórica del centro de Lima y en las ciudades principales del vecino país. Por ser la primera vez que la prueban; las arepas y la tizana captan la atención de los peruanos y porque no; se podría decir que llegó para quedarse y competir con los platos autóctonos de la zona.
Otros manjares criollos también se venden en Perú como pan caliente
El jugo de naranja, los tequeños, las bombas, las tortas frías, los dulces en almíbar, las cachapas con queso y cochino frito, el carato, la chicha a base de arroz, de pasta o de auyama, también son opciones que el venezolano ofrece al paladar de los limeños.
El objetivo es labrarse un empleo remunerado y digno, que les permita vivir de manera modesta en el país de los Incas.