Estevia, alternativa natural al azúcar
Pocas plantas han generado tanta controversia como la estevia, convertida en emblema de la alternativa al azúcar industrial y a los endulzantes químicos. Pero más allá de un prodigioso edulcorante natural, sus hojas tienen notables posibilidades terapéuticas.
En lengua guaraní, su nombre ka’a he’e significa hierba dulce y la planta es conocida y usada por los pobladores del Paraguay y sur de Brasil, que la emplean desde hace miles de años para dulcificar sus bebidas, pero también con diferentes usos medicinales.
«Las hojas de estevia, stevia rebaudiana, endulzan hasta 20 o 30 veces más que el azúcar. Esta cualidad le viene dada por componentes como el esteviósido, un glucósido diterpénico que resulta entre 200 y 300 veces más dulce que la sacarosa. También contiene otros glucósidos, tales como el rebaudiósido A, el esteviol y el isostevio», explica la nutricionista Ana María Torrella (amatorrella@gmail.com).
Propiedades medicinales
Aparte de endulzar, la estevia ofrece beneficios terapéuticos, en mayor o menor medida refrendados por estudios científicos. Entre sus virtudes están:
– Se le atribuye actividad antitumoral y anticancerígena, así como para regular la glucosa en la sangre y para detener la diarrea, según se reporta en una revisión de varias investigaciones publicadas en la versión electrónica de la revista Food Chemistry, diciembre de 2011.
– Posee un efecto antibacteriano, eficaz para prevenir y neutralizar la infección por escherichia coli y staphylococos aureus, entre otros agentes patógenos.
– Se le atribuyen efectos antihipertensivos.
– Favorece la función gastrointestinal, puede aliviar el dolor abdominal y ejerce un suave efecto laxante que la convierte en un recurso útil contra el estreñimiento.
– Por su baja o casi nula carga calórica y su acción diurética, reduce el ansia de comer y combate la retención de líquidos.
– Las hojas frescas masticadas combaten las caries y los focos de infección en la placa dental.
– Su uso externo en cataplasmas se ha indicado en la dermatitis seborreica, dermatitis alérgica, manchas de piel, eccemas y acné.
Encendida polémica
Hasta los años setenta, para la industria alimentaria mundial, la estevia era una planta desconocida. El interés sobre ella comenzó cuando la evidencia científica comenzó a arrojar sospechas sobre algunos edulcorantes, como el ciclamato o la sacarina, de que podían ser cancerígenos, de allí la necesidad de buscar sustitutos.
Su uso comercial se inició en Japón en 1971. Más tarde, su comercialización se extendió por todo el mundo.
Hoy en día, la Stevia es una opción diferente para la dieta diaria. Ya hay muchas empresas dedicadas a su procesamiento y comercialización, así como también se multiplican las investigaciones científicas en Estados Unidos, Suiza, Italia, Brasil, Israel y Canadá, entre otros. Únicamente en Japón hay 1.500 estudios científicos que apoyan su consumo.
Sin embargo, en la mayoría de países europeos, la estevia no está considerada como endulzante, sino regulada como suplemento dietético. Por tanto, su comercialización es limitada y esto se debe a que le han impuesto muchas barreras para no ser catalogada como edulcorante natural certificado.
Hay una discusión permanente entre la industria y las instancias regulatorias sobre en qué circunstancias y para qué productos puede emplearse el calificativo de «natural». A pesar de que no existe una legislación que obligue a una definición estricta del término en la regulación sobre aditivos para alimentos, en lo que se refiere al edulcorante estevia la mayoría de los estados miembros de la UE prefiere que se use «extraído de una fuente natural» en vez de simplemente «natural». Esto se debe a que para que lleguen al consumidor, los glicósidos de esteviol (principales componentes edulcorantes de la planta estevia) deben extraerse de las hojas con agua, someterse a un proceso de separación y purificación por un método denominado cromatografía de intercambio iónico y, finalmente, cristalizarse con metanol o etanol. Por tanto, miembros de la UE han señalado que no puede etiquetarse como natural algo que no existe como tal en la naturaleza (www.comoves.unam.mx). El tema en cuestión es muy polémico y muchos expertos aseguran que de por medio están los intereses de las trasnacionales de alimentos, que pujan por preservar el mercado de sus edulcorantes.
Pero si en Europa la estevia lucha por legalizarse completamente, en Estados Unidos la planta se anuncia directamente como 100% natural o endulzante que viene de la naturaleza, mientras que en Japón representa más de 40% del mercado de edulcorantes y no se ha reportado ningún problema de salud.
Actualmente los principales países productores de la planta son China, Malasia, Ecuador y Paraguay, quienes abastecen a Estados Unidos, Europa, Japón y demás países de América Latina.
Dulce alternativa natural
«Las hojas pueden consumirse frescas y tiernas, pero lo habitual -según la experta- es que se consuman en infusión, con la hoja troceada. Puedes beberla sola o para endulzar otras plantas como té verde, malojillo, manzanilla, tilo, entre muchas otras. La estevia puede tener un ligero toque de sabor amargo, que puedes evitar agregando unas gotas de limón». Recuerda que para utilizar la estevia de edulcorante debes dejar reposar el té caliente al que agregaste las hojas dulces, de 5 a 10 minutos, para que pueda apreciarse su sabor.
«Por otra parte, puedes preparar una infusión de estevia concentrada, lo que la hace muy dulce, la cual te permite utilizarla para hacer postres bajos en calorías».
También, las hojas secas de la planta las puedes triturar con un mortero o en un molinillo. De esta manera obtienes un polvo muy fino y muy dulce de color verde, que puedes esparcir directamente sobre: ensaladas de frutas frescas, yogur natural, etcétera.
«Es cuestión de que aprendas a utilizar la estevia como sustituto del azúcar, sin abusar y con grandes beneficios para la salud, pues el polvo es un edulcorante, por lo tanto solo debes ir añadiéndolo a tus recetas: compotas, mermeladas, tortas, etcétera. La idea es que vayas practicando hasta obtener los resultados que te satisfagan», concluye Torrella.