Reo «el tato» crea zozobra dentro del penal Chiconautla
Reo «el tato» crea zozobra dentro del penal Chiconautla
Luis Alberto González Nieto, alias, El Tato, es un joven criminal mexicano de 31 años de edad, de los cuales lleva diez en prisión, ha estado recluido en doce penales; pues cada vez que lo asignan a uno, toma el control de los mismos y obliga a un grupo de presos a trabajar para él y torturar a los otros.
Reo «el tato» crea zozobra dentro del penal Chiconautla. Luis Alberto González Nieto, alias, El Tato, causa revuelo en todos los penales mexicanos a donde lo asignan; el joven criminal lleva diez años esperando a que le dicten sentencia, y en ese periodo de tiempo ha pasado por doce penales, en donde ha tenido la habilidad de ser el líder negativo dominante y conformar una banda que se dedicaba a torturar y matar a los otros privados de libertad.
Reo «el tato» es de armas tomar en penales mexicanos
Luis Alberto González Nieto, alias, El Tato, se apodera de las ventas de drogas en los penales y maltrata a los demas presos para extorsionar a los familiares de los mismos y obligar a sus familiares que deben cancelar dinero para que su ser querido detenido, continué con vida.
Reo «el tato» y su periplo por los penales mexicanos
El Tato ha sido recluido en el Penal Nezahualcóyotl, en el Penal Neza Bordo; en el Penal Otumba, en el Penal de Almoloya de Juárez y ahora en el Penal Chiconautla, en Ecatepec, Estado de México; en todos, doce en total, ha causado terror, pánico, e impuesto la ley de violencia extrema, todos los presos le temen y le cancelan una cuota semanal para que les permita estar con vida.
Reo «el tato», ingresó por primera vez en prisión durante el año 2007; cuando entró a prisión era acusado de secuestro, entre otros cinco delitos de menor gravedad, pero después de una década entre rejas no ha recibido una sentencia; una vez dentro de las cárceles mexicanas, se ha dedicado a torturar y matar sin que nadie lo detenga.
En los penales a los que llega «el tato», este golpea, quema y organiza peleas entre los presos, aún en presencia de los custodios. Bajo la ley de «el tato», los reos pagan por todo, para recibir visitas, para estar dentro de una celda, para que las visitas les pasen alimentos, para no ser golpeados y las autoridades carcelarias y el gobierno mexicano esta al tanto de la situación.