Las edades de los chamos oscilan entre los seis y quince años

Se recrudece la inseguridad en Caracas, especialmente en horas de la noche, la colectividad ahora debe temer hasta de los niños por muy pequeños que sean; ya que recientemente una banda de menores de edad, atacaron a dos sargentos del ejército venezolano. Los sucesos se registraron a las afueras de un local nocturno, cuando dos infantes en edades comprendidas de seis y nueve años, le arrebataron un bolso a uno de los funcionarios.

Estos, de manera inmediata persiguieron a los precoces carteristas, y sin darse cuenta llegaron a un punto en donde estaba un nutrido grupo de niños que no superaban los quince años y entre todos dieron muerte con arma blanca a Jhoan Borrero de 25 años edad, quien era sargento primero del ejército, destacado en el Batallón Bolívar del Fuerte Tiuna y Andrés José Ortiz, sargento segundo del ejército, quien se encontraba en caracas hace una semana realizando un curso.

De manera oficial se pudo conocer que los menores de edad involucrados en este hecho sangriento, forman parte de la banda Los Cachorros, que deambula por Plaza Venezuela y el Bulevar de Sabana Grande, sitios de gran afluencia. Testigos presenciales resaltaron que el grupo delincuencial es conformado por un aproximado de diez chamos que merodean los centros nocturnos, en busca de posibles víctimas para atacarlos y que no superan los quince años.
Autoridades venezolanas actuaron con inmediatez, logrando capturar a seis de los implicados en el caso.

Este nuevo hecho de sangre hace reflexionar a más de uno y es que en la Caracas del siglo XXI hay un incremento en la presencia de niños en situación de calle que está relacionado con la escasez de alimentos. Antes iban a la calle por violencia intrafamiliar y explotación laboral infantil, ahora es el hambre quien los saca de casa. No hay suficiente comida en los barrios que garantice que ellos permanezcan en sus hogares. Evidenciándose que los chamos de ahora sí tienen familia y casas. Están en la calle porque el grupo familiar no tiene cómo garantizar sus necesidades básicas. Algunos están incluidos dentro del sistema educativo, pero necesitan estar en la calle para buscar dinero y alimentos y sobre esta realidad el gobierno nacional debe actuar con prontitud.