Hay que ser sinceros y no mentirosos con las demás personas
Sinceridad ante todo
La sinceridad corresponde a una cualidad que tiene la persona de ser honesta y realista con los otros. No se puede estar en la vida ocultando cosas que te destruyen por dentro, debes drenar todo lo que sientes y si percibes que lastimas a alguien debes decirle toda la verdad.
Ciertamente uno no quiere decirle algo que pueda lastimar al otro, pero lastima más el callar que el hablar. Las buenas personas son valoradas más por cómo se comportan y esta es una actitud completamente admirable.
El callar también es malo para el alma. Pues, vas ahogando cada uno de los sentimientos y ello va alterando la actitud que tengas hacia los demás, no reflexionas sobre tu vida y para superar algo, te va a costar porque siempre estás pensando en lo que te incomoda.
Debes dejar salir o fluir lo que sientes por dentro, depura el alma y saca todo lo que quieras decir o hacer. No solo corresponde al qué hablar, también en las cosas que la persona hace.
La inseguridad, la desconfianza no tienen que ser los motivos para seguir con los ahogos. La mente es la que se apodera de todo ello, y mientras nos aferramos a esos sentimientos no podremos seguir adelante.
Para demostrarle a los otros lo que somos capaces de hacer y de vencer cualquier tipo de obstáculos, debemos ser capaces de demostrarnos a nosotros mismos lo bueno que somos y valorarnos.
Todo lo tenemos en nuestra mente. La mente tiene el poder para nosotros ejecutar esa acción. Seamos capaces de demostrar lo que somos no tengamos miedo, si nos equivocamos remediamos el error y volvemos a intentarlo. No te cohibas por cosas tontas, tú eres capaz de hacer miles y miles de cosas para obtener un éxito rotundo de todo lo que deseas.
Así que observa tu alrededor, si ves que no hay una opción que lo cambie entonces hazlo. Sé quién marque la diferencia y comienza a dar el primer paso.
Este es el primer paso hacia el respeto y el apego a la verdad. No te doblegues, demuestra que eres valiente y muy fuerte para afrontar las cosas que se te presentan en la vida.
Deja un lado las mentiras o caretas, no seas falso con las demás personas. Fundamenta el respeto como un valor que debe gestarse en la sociedad y como es un respeto, debes implementarlo diciendo o haciendo lo que realmente debes y ordena tu mente.
Tampoco debemos ser hipócritas ante los otros. La hipocresía es la peor actitud que puede existir en el mundo. No debes comportarte en tratar bien a alguien por el simple hecho de que te lo ordenen. Más bien, si hay algo que no te causa gracia o empatía con el otro coméntalo. Eso sí, debes hacerlo con el mayor respeto, pues no quisieras estar con alguien que hable mal de ti.
Siempre se deben buscar la mejor manera de tratar a alguien con las palabras adecuados y en el tono adecuado.
La mayor felicidad que tendremos será cuando hayamos hablado sobre todo, que seamos capaz de admitir, confiar, reconocer, hacer lo que uno sabe. Cada persona tiene su experticia y debe demostrarlo en lo que más sabe.
La confianza, seguridad, nos permite demostrar valor y nuestra propia personalidad.
Recuerda: Una persona sincera es aquella que dice y actúa conforme a lo que piensa o cree. No tiene dobleces, ni intenciones ocultas, no busca intrigar ni perjudicar a nadie.
Así que comienza a aplicar todos estos pasos y sé la verdadera mujer que quiere ser, sin apariencias, ni nada de operaciones.