Incendio en una galería, en Perú, deja cuatro muertos y 17 heridos

El incendio comenzó el jueves de la semana pasada en la galería  comercial Nicolini del centro de Lima. Un aproximado de 300 bomberos voluntarios,  distribuidos en sesenta unidades cumplieron este lunes el quinto día de trabajos ininterrumpidos para intentar sofocar el fuego.

Incendio en una galería, en Perú, deja cuatro muertos y 17 heridos. El incendio ocurrió el pasado jueves y se extendió por cinco días, según medios locales,  contenedores puestos de forma ilegal en la azotea de la edificación, podría haber contribuido en el origen del incendio.

El incendio en una galería comercial denominada  Nicolini,  uno de los principales centros de venta de productos para ferretería de la capital peruana, con cerca de 1.500 comercios, fue casi en su totalidad consumido por las llamas. 

El fuego comenzó el pasado jueves. Propagándose rápidamente hacia los pisos superiores de la edificación, donde había existencia de productos inflamables como cloro, pintura, telas y materiales sintéticos, lo que alimento el poder de las llamas. 

Incendio produjo presencia de gases tóxicos

El incendio obligó a las autoridades cerrar el tránsito en las calles aledañas al edificio en llamas  y produjo una densa humareda que obligó a los peatones al uso de máscaras. En este sentido, el Ministerio de Salud emitió anuncios  sobre las graves consecuencias que puede acarrear la inhalación de los gases tóxicos y solicitó no acercarse a menos de diez calles del lugar del siniestro, solo si es necesario.

Incendio consumió toda la primera planta del edificio

La primera planta del edificio,  la galería Nicolini, fue adquirida en su momento, por un nutrido grupo de comerciantes, que canceló más de siete millones de dólares por el terreno y que ha perdido todo tras el incendio. Según la Municipalidad de Lima, estos comerciantes contaban con los permisos y las licencias correspondientes para trabajar.

Irregularidades en los pisos superiores de la Galería Nicolini

Las autoridades descubrieron que en los niveles superiores y en  el sótano del edificio habían irregularidades. Trascendió que los pisos superiores  pertenecían a una empresa propiedad de José Enrique López Ramírez y Juan Manuel Polar De Rivera, quienes se encuentran desaparecidos,  por carecer  con las medidas de seguridad mínimas dentro de la edificación para poder laborar.

Asimismo se descubrió que en el lugar trabajaban obreros en condiciones infrahumanas, algunos murieron durante el incendio, otros están desaparecidos.