El norte de México es azotado por el Cártel de ‘Las Flacas’
Son mujeres jóvenes y delgadas. Usan grandes cadenas de oro en el cuello y lentes de sol sobre la cabeza. La mayoría posee cuerpos esbeltos, cara de inocencia y manos frágiles, pero son capaces de disparar un rifle.
La delincuencia organizada en México ha reclutado a las mujeres también. Otrora sexo débil, hoy son aguerridas féminas dispuestas a matar con tal de alcanzar sus objetivos.
El crimen organizado ha cambiado en México, ahora no se limita netamente al sexo masculino, sino que, como todo en la vida, ha evolucionado, ahora las mujeres, otrora llamado el sexo débil; también forman parte del mundo criminal. En el pasado se conformaban con ser las consortes o cabecillas dentro de la estructura de un cartel, ahora realizan otras tareas como el sicariato, donde secuestran, asesinan y descuartizan a criminales rivales.
El oficio lo aprendieron de los hombres de sus familias, o sea, esposos, padres, hermanos, tíos y hasta de los hijos. Muchas decidieron tomar la decisión de delinquir y hasta de matar, cuando a sus parejas los encarcelaban o simplemente los asesinaban. La situación cobró mayor fuerza cuando el ex presidente Felipe Calderón intensificó la guerra contra las drogas, dando a muchos líderes de carteles, de baja. Por lo que surge un crecimiento femenino de sicarias; quienes en muchas oportunidades logran operar más sigilosamente que los hombres.
El Cartel de Las Flacas es un ejemplo de ello. Se trata de un grupo de chicas, poseedoras de esbeltos cuerpos, rostro de inocencia y manos frágiles, pero son capaces de disparar un arma de fuego de gran calibre. Es esa apariencia tranquila la que les confiere las características para ser sigilosas asesinas a sueldo.
Este cartel de “Las flacas”, está integrado por mujeres jóvenes, delgadas, al igual que los hombres y para resguardar sus vidas usan chalecos antibalas, grandes cadenas de oro en el cuello y lentes de sol sobre la cabeza. Poseen centros de operaciones en varias ciudades mexicanas como Chihuahua, Sonora, Tamaulipas y de manera discreta en Sinaloa. Algunas son captadas desde las prisiones, por su apariencia de niñas buenas. La idea es que los cárteles rivales y la policía no puedan imaginar que una hermosa y dulce mujer sea una asesina a sueldo.
Actuan en ciudades mexicanas como Chihuahua, Sonora, Tamaulipas y de manera discreta en Sinaloa.
Las que se dedican al sicariato, como estas ‘Flacas’, son mujeres más aguerridas que no se conforman con la riqueza, también quieren sentir la adrenalina y el estatus que da participar en actividades ilícitas, que represente altos riesgos; mientras que las que se dedican al tráfico de drogas las mueve el poder”, señalan expertos criminólogos mexicanos.
Poco conocen las autoridades sobre El Cartel de Las Flacas, ya que son de accionar cauteloso, independientes de otros carteles, imprimiéndoles una etiqueta de mercenarias